Masaje Japonés Kobido
Masaje Kobido, el tratamiento facial con masajes orientales que supera al lifting quirúrgico
¿Conoces las ventajas del masaje Kobido, un exclusivo tratamiento facial con masajes orientales? Además de mejorar tu aspecto personal al mismo nivel que tratamientos y cirugías mucho más invasivas, un masaje facial con técnicas orientales es una inestimable ayuda para relajarte y mejorar tu estado anímico. Hoy te vamos a hablar del masaje Kobido, el masaje japonés del rostro por antonomasia, y uno de los secretos de belleza de las mujeres japonesas desde tiempos ancestrales.
Seguro que alguna vez has escuchado lo importante que es para las japonesas el cuidado de su rostro y te has preguntado cómo consiguen ese aspecto fresco y esa tez de porcelana que tanto envidiamos las occidentales. Pues bien, además de realizar determinados rituales como la doble limpieza facial, las mujeres japonesas no escatiman esfuerzos para dedicar a su piel lo mejor.
Como sabrás, entre la cosmética de alta gama, hay varias marcas japonesas que ofrecen productos de muy elevada calidad y basados en estudios de ingredientes activos eficaces e innovadores.
Además, tanto hombres como mujeres siguen una alimentación equilibrada, cuyas bases tradicionalmente han sido la soja, el arroz, el pescado y el té verde.
Las japonesas, por otro lado, no se exponen apenas al sol y, siempre que pueden, se realizan masaje japonés en el rostro o hacen ellas mismas rutinas de «yoga facial». Con todo ello, no es de extrañar que luzcan ese cutis espléndido…
El tratamiento facial con masajes orientales de las emperatrices
El masaje Kobido es un tratamiento facial con masajes orientales puesto de moda en Occidente hace unos pocos años, pero que tiene una larga tradición en Japón, de donde es originario. Inicialmente, era el masaje facial que se aplicaban los legendarios guerreros samuráis unos a otros después de la batalla para relajar la tensión acumulada. Las bondades del masaje Kobido no tardaron en llegar a la dinastía reinante en Japón, y las emperatrices niponas desde entonces adoptaron la costumbre de esos hombres temibles por simple placer y para mostrar esa belleza serena que caracteriza a las mujeres de su país.
La técnica del masaje Kobido.
La técnica de este tratamiento facial con masajes orientales incluye más de cien movimientos concretos que consiguen revertir el envejecimiento natural de la piel y aflorar la belleza interior, mostrando un rostro resplandeciente. En Selfie Beauty personalizamos este maravilloso masaje al cliente según su fisionomía y sus necesidades, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te asesoraremos.
Entre los principales beneficios de este tratamiento facial oriental, podemos citar los siguientes:
Combate el estrés, relaja el rostro.
Tiene función detox.
Corrige las líneas de expresión.
Borra las manchas de la piel.
Regenera el cutis promoviendo la producción de colágeno y elastina.
Reafirma el óvalo de la cara impidiendo el descolgamiento que se produce con la edad.
Proporciona un rostro radiante al activar la microcirculación sanguínea.
Antiaging natural con los mismos resultados que un lifting quirúrgico Aplicado con regularidad, este tratamiento facial con masajes orientales tiene los mismos efectos que un lifting quirúrgico, aunque se notan los efectos desde la primera sesión. Hay quien compara también los efectos del masaje Kobido con los de determinados tratamientos de medicina estética, como los rellenos y los hilos tensores, que, aunque menos invasivos que el lifting, a menudo causan molestias y aportan un resultado poco estético en mujeres de cierta edad…
El masaje craneal también está indicado para eliminar los dolores de cabeza congestivos, ya que facilita el drenaje de la zona nasal, orbicular y frontal eliminando la congestión de la zona característica de enfermedades como la sinusitis.
Cumple con el doble objetivo de eliminar la tensión y las consecuencias que de ella se derivan. Además, tiene un efecto relajante general, aportando una sensación de calma y bienestar.
Se realiza con diferentes maniobras de roces, micro-presiones sobre la cara y las zonas temporal, occipital y frontal del cráneo. Además, el rostro se trata con rozamientos, golpecitos y otras maniobras linfáticas.